05 noviembre 2008

Darnís, un mágico e ingenioso calidoscopio




Martes, 4 de noviembre de 2008, presentación en la sede de Ediciones B. del álbum commemorativo del cincuentenario de la aparición de El Jabato.






Deseaba aprovechar la ocasión, ante todos los presentes y medios de comunicación, para reivindicar el necesario reconocimiento que merece Francisco Darnís como creador artístico del personaje El Jabato y rescatar del olvido y del ostracismo este protagonismo que, desgraciadamente, ha sido relegado en segundo término cuando no obviado, ignorado e incluso olvidado.

Estas fueron nuestras palabras para la ocasión:


Soy Sílvia Darnís y ella es mi hermana, Natalia Darnís. Antes que nada decirles que nuestro gozo hubiera sido que nuestra madre, pudiera estar presente, su avanzada edad impide su presencia, así que en su nombre y en el nuestro, legítimas herederas de la obra artística y dibujos de Francisco Darnís, queremos agradecerles su presencia en este acto.


Agradecer a Ediciones B, el libro editado en motivo del cincuentenario de la aparición de El Jabato, homenaje a Francisco Darnís, creador del dibujo, agradecerles su decisión y empeño para que este personaje continúes viviendo y luchando recuperándolo y publicando la nueva colección de tomos recopilatorios de el Jabato, y lo que es más emocionante, apostaran por el futuro, confiaran en dos vástagos de El Jabato, José Revilla y José Antonio Ródenas autores de este magnífico libro titulado “La Hermandad de la espada”, título sugerente donde los haya: es un título excitante, lleva automáticamente a recordar la niñez cuando los héroes solucionaban sus “cuitas” con este instrumento cortante. Gallardía, porte, aventuras, justas y justos, malos predestinados a morder el polvo ante aceros cargados de bondad y generosidad.


Un placer compartir este momento con Victor Mora, creador y guionista del personaje, sin sus inquietudes, su fértil imaginación, sin sus historias, posiblemente el Jabato no hubiera existido o sido el mismo. Nos alegra tener la oportunidad de volver a saludarlo, son casi 20 años que han pasado desde la última vez que estuvimos en contacto.


Están siendo días de enormes emociones, no solo por lo que representa el renacimiento de el Jabato si no por las numerosas muestras de afecto que estamos recibiendo de tantos y tantos fans y admiradores de el Jabato y su dibujante, nuestro padre, personas anónimas, desconocidas hasta hace poco para nosotras que con sus recuerdos, entusiasmo, y conocimientos del mismo nos asombran.


Créanlo, los verdaderos amantes de el Jabato, los que hacen posible que vuelva a vivir, no están todos aquí.


José Revilla y José Antonio Ródenas son los representantes de los verdaderos amantes de el Jabato, amantes de los tebeos tal como los conocimos en nuestra infancia, representantes de los miles de lectores que crecieron con aquellos personajes y que hoy aún, con 40/50 años encima, continúan, buscando, recopilando y compartiendo entusiasmados, recordando al detalle todas las aventuras leídas y llenan de historias y vivencias propias los numerosos foros, blogs, asociaciones, publicaciones o revistas diversas. Ellos son los responsables directos de que estemos reviviendo nuestra infancia y permiten las compartamos con ellos. ¿saben cuantas historias de niños han surgido estos días? No, no lo imaginan.


Me gustaría poder citarlos a todos, una larga lista de nombres a quienes agradecer estas emociones, cariño, complicidades, apoyo y entusiasmo, tarea imposible ahora y aquí más no desperdiciaré la oportunidad de hacer llegar nuestra estima y gratitud a un verdadero Jabato, me refiero al señor Francisco Tadeo Juan: Muchas gracias por tu ayuda, interés y amistad, amigo Tadeo, desde aquí te enviamos un cariñoso y fuerte abrazo.


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Un día recibes un mail de alguien que ha estado buscando por el nombre: Darnís, por el personaje: Jabato y al final consiguen encontrarte. No sabes de quien es pero lo abres y ese alguien te escribe preguntando si tenemos información suficiente sobre “El Jabato”, conocimiento de su dimensión artística y la parte humana del dibujante: Francisco Darnís, y a todos solo podemos contestar:


Conocimiento de su dimensión artística la tienen y poseen ustedes que son los estudiosos, la parte humana es la única que podremos explicar. Tengan en cuenta que para nosotras el Jabato era el trabajo de nuestro padre y las historias y aventuras del Jabato no las leíamos como el tebeo esperado semana a semana, casi nos pasaron desapercibidas por el mero hecho de que se desarrollaban a la par que nuestra vida. Como el hijo de un pastelero no se queda arrobado mirando un pastel de chocolate, él crece rodeado de chocolate. Nosotras igual.


El recuerdo que tenemos de nuestro padre es el recuerdo infantil, falleció cuando éramos niñas 12/14 años y no pudimos experimentar ni vivir el trato con nuestro padre como personas adultas, cambios de impresiones, conversaciones, opiniones, no lo hemos podido vivir y es una pérdida y falta que siempre arrastraremos. Entiéndase pues que para nosotras el recuerdo es el del mejor padre del mundo.


De su parte artística hemos aprendido a conocerla y percibirla a través de ustedes:


Sabemos y afirmamos que era sumamente perfeccionista, su biblioteca atestada de viejos, curiosos y peculiares libros, enciclopedias y colecciones de múltiples temáticas eran sus mejores aliados. Vestimentas, costumbres, armas, medios de transporte, arquitectura, historia, etc. Todo era consultado, buscado, comprobado antes de coger el lápiz, era imprescindible cerciorarse, las situaciones, personajes, circunstancias, etc… se debían a su fantasía e imaginación pero, a la vez, debían ser reales, fidedignos, lúdicos y pedagógicos. La perspectiva era su técnica más depurada, reconocida por sus contemporáneos antes y ahora. La precisión, el cuidado, el rigor era su premisa más valorada. El más nimio detalle tenía tanta importancia como el bigote de Taurus, la lira de Fideo de Mileto, la sonrisa de Claudia o el semblante alegre o preocupado del Jabato. Sus dibujos desprenden sensaciones, armonía y belleza plástica.


Su faceta humana:

Cordial, alegre, conversador, divertido, cariñoso, recto y justo. Buen padre, buen amigo, buen esposo y buen hombre.

Amante de la familia, trabajaba en casa nunca lo hizo en la sala de dibujantes de la Editorial, en aquel entonces Bruguera, al salir de la escuela sabíamos que lo encontraríamos dibujando y escuchando música, nuestra merienda consistía en pan con chocolate, y corriendo a la pequeña habitación que tenía como estudio para verlo como dibujaba o bien “posando” cuando le era imprescindible dibujar a Fideo de Mileto en posturas concretas, mi hermana era el modelo mientras yo miraba divertida.

Melómano, la música era su pasión y crecimos con ella, su sueño nunca cumplido tener un piano en casa… a falta de ello, una gran radio y dos altavoces potentes, tocadiscos o giradiscos como lo llamaban y un magnetófono enorme, en piedra o vinilo lo discos y kilómetros de cintas grabadas. Amante de la fotografía las sesiones de fotos llegaban a ser agotadoras y cansadas, de posar o esperar a que encontrara el enfoque especial, el mismo las revelaba en casa, se pasaba una tarde entera hasta que por fin nos enseñaba gozoso sus otras obras de arte.


Dibujaba, dibujaba y pintaba en cualquier trocito de papel, allí donde podía y se encontraba. Tanto daba, cualquier ocasión era buena, detalles que le llamaban la atención o para recordar “aquello” que estaba buscando para la aventura que se llevaba entre manos, hacía pruebas del derecho y del revés, a quien tenía delante caricaturizaba o para terminar una fiesta riendo y jugando con sus dibujos.


Construía, construía con sus manos lo que se le antojaba, desde una caja de madera para guardar pinceles y lápices, la ampliadora para revelar sus fotos, un higrómetro que aún funciona y que hizo con loscabellos de nuestra madre, hasta un calidoscopio con sus espejos interiores, en el cilindro, con su visor por un extremo y por el otro tenía un pequeño receptáculo donde poníamos trocitos de celofán de distintos colores y formas, pequeños alambres en espiral u otra figura geométrica y diminutos cachivaches distintos, todo allí metido y a gusto del consumidor, podíamos cambiar los dibujos que se formaban según nuestros deseos, cerraba la cajita o receptáculo del calidoscopio maravilloso una tapa de plástico transparente de una cajita de pastillas juanola.


Y así, podríamos estar hablando horas y horas y no es el caso.


Para definir a Francisco Darnís podríamos decir que era… un mágico e ingenioso calidoscopio.


Buenos días y gracias a todos.


30 octubre 2008

Para Elías, para Ebravor.



Sí amigo también para ti he de dejar un mensaje de agradecimiento, por tu interés, amabilidad, cariño y compañía y quiero hacerlo dejando aquí, públicamente, tus numerosos regalos que tengo bien guardados.

Recuerdas?




así me recibiste cuando aparecí por el Club de Fans de El Jabato, con un magnífico regalo dedicado.

Al poco dejaste para todos los miembros de El Club de Fans un tapíz para estas pantallas de ordenador, artilugio que nos acercan unos a otros y crean amistades y complicidades, Finalísimo lo bautizaste...





un montaje precioso, precioso y soberbio con todos los protagonistas de las aventuras de El Jabato. Todos, incluso podemos ver a Tai-Li y su tigre Bambú, los últimos incorporados a las aventuras y que pocas veces son recordados; en la lontananza, bóveda o cielo se pueden ver distintos y múltiples personajes, responsables ellos de las mil y una aventuras que corrieron Jabato, Taurus, Fideo de Mileto, Claudia, Tai-Li y Bambú.

Una viñeta, una creación al completo. Magnífica.

Y ya como colofón final el otro día tuviste a bien hacerme otro obsequio, tu composición en homenaje a mi padre, Francisco Darnís, y en nombre de todos los Jabateros.





¿como piensas que me siento?

¿puedes adivinar admiración, placer y agradecimiento?

Sí, lo digo y lo repito, tantas veces como haga falta... sois vosotros quienes lograis que Jabato siga vivo y entre nosotros.

Un fuerte, muy fuerte abrazo, amigo Elías.



29 octubre 2008

El Jabato aún vive, no se asombren.







Lo tengo guardado desde hace un montón de años cuando como fideodemileto me di de alta en la página de Fans de El Jabato.

Empezaba yo a hacer mis pinitos en internet y un día, como todos hemos hecho alguna vez, puse mi apellido en Google: Darnís, y.... madre mía de mi alma, aparecieron cientos y cientos de entradas, creo que aún me dura el soponcio y el asombro. Con mi lenta conexión de entonces empecé a entrar en todos y cada uno de los enlaces que encontraba, El Jabato, mi padre, su historia, sus dibujos, allí estaba una parte importante de mi infancia y yo sin saberlo.

Pues bien este gif, regalo de un fan de El Jabato, quiero que encabece esta entrada en honor de otro fan, copia literal de unas emocionadas palabras de Luís Antonio Ródenas, artífice del guión de la "Hermandad de la espada" que junto con José Revilla han perpetrado la más colosal tsunami emocional en las hijas de Francisco Darnís, yo misma para servirles y mi hermana Natalia.

Para todos ustedes, deleitense:



Salvando vidas…

Mi nombre es Luis Antonio, y me siento muy honrado al poder decir que soy el nuevo guionista de la nueva aventura de El Jabato publicada en Octubre de 2008 por Ediciones B, titulada "La Hermandad de la Espada"

Me metí en esto por pura casualidad, y las circunstancias que lo motivaron se remontan a casi 40 años atrás, a aquel día en que mi madre, en uno de esos habituales paseos que dábamos los domingos por la tarde por el centro de Aranda de Duero -ilustre villa que me vio crecer- me compró mi primer Jabato: Mung, el irascible.

No tenía muy claro de qué iba la cosa, ya que las aventuras, al venir en formato de serial, no siempre comenzaban o acababan. Pero cuando un tiempo más tarde mi madre me compró el 109 “Golpe de audacia”, que ese sí empezaba una aventura, supe que quería seguir leyendo esos tebeos.

Y mi madre me los siguió comprando. Semana tras semana. Y yo los devoraba con fruición, y aprendía historia, geografía… y muchas más cosas.

Cometí el error de intercambiar y prestar bastantes, así que años después, cuando en las aburridas tardes de verano me encontraba en el merenderito de la familia, solía subirme al trastero y bajarme las cajas de tebeos donde yacían, como un tesoro escondido, mis muchos jabatos… ¡Pero me faltaban tantos! Y siempre me quedaba con las ganas de saber cómo terminaban las aventuras.

Un día, no hace tanto de eso, se me ocurrió pensar que bien podría emprender la búsqueda de los tebeos que me restaban, y que Internet podría ayudarme. Así lo hice, y durante un par de años, me lié a adquirir cada tebeo, con tal de acabar la “cole”, cosa que logré satisfactoriamente. Así fue como no hace mucho supe que Suragah era una ciudad real, que Tarkiz era un malvado traidor, o cómo aquellos piratas orientales acabaron pescados en unas redes… Y empeñado en ello estaba, cuando Blanca, mi mujer, encontró los clubes de fans de El Jabato y de El Capitán Trueno. Y allí fue donde un simpático muchacho de nombre José Revilla (para mí, cariñosamente, siempre será Josete…) me saludó efusivamente y me envió uno de sus espectaculares dibujos de El Jabato.

Así se fraguó “La Hermandad de la Espada”. Y lo que comenzó siendo un mero entretenimiento, sin mayor ánimo que el de pasar el rato y el de –por qué no- llegado el caso, compartirlo con otros miembros del foro, acabó cuatro años después en manos de la familia Mora-Rodríguez y de Ediciones B. Justamente, Josete dio los primeros pasos, animándose a contactar con la editorial enviándoles el tebeo. Más tarde, yo, por la parte de atrás, y con la cada vez más firme idea de que quien busca encuentra y de que la fe mueve montañas, apoyado incondicionalmente por varios miembros del foro mencionado –especialmente por Elías Bravo, que fue quien facilitó las gestiones- envié el tebeo a Armonía, la mujer de Víctor.

Lo demás, ya lo sabéis, si es que lo habéis adquirido. Parece que gustó a rabiar, y finalmente, la editorial decidió incluirlo en el programa de homenajes.

Lo mencioné en las páginas finales de la hermandad, y lo repito ahora: El Jabato fue MUY IMPORTANTE PARA MÍ, porque me ayudó a ser un niño bueno, un adolescente responsable y un adulto sensato; había niños, por ejemplo, que pasaban sus tardes cerca del río, y lo que comenzó siendo una inocente aventura, la de fumar esos ya no tan inocentes cigarrillos al abrigo de un puente para celebrar la victoria en una pelea contra otra banda, acabó con una vida tétrica en manos de la delincuencia, las drogas y/o el sida. Otros en cambio, como yo, quizá más ingenuos, más pobrecicos, las pasábamos dándole patadas a un balón, jugando al escondite y leyendo los tebeos de nuestros héroes favoritos: Trueno, Jabato, Pumby, Mortadelo…

Quizá para ti y tu familia El Jabato fuera un algo más que el trabajo de un padre cuyo empleo es el de pasar interminables horas ante un tablero de dibujo, fatigado por el estrés y la eterna sensación de que nunca iba a llegar a tiempo para la entrega y la impresión. En eso coincidimos: mi padre era encargado de obras, viajaba mucho y no lo veía tanto como pudiera ser deseable. ¿Podríamos compararnos con la familia de un médico, de un abogado o de un cura? ¿Por qué no?
Pues va a resultar que esta carta bien pudiera ser la de un paciente cuya vida la salvó ese médico con una sensacional operación; la de una persona que a punto estuvo de caer injustamente con sus huesos en la cárcel, y cuya vida cambió drásticamente tras la intervención de un excelente abogado; la de alguien que, desesperado y sin salida, acertó a entrar en una iglesia para buscar un último y lastimero consuelo, escuchando las hermosas palabras del sermón de un sacerdote, y milagrosamente reencontró su camino… O la de un jubilado que se acerca un día a mí para identificarme como el hijo de mi padre, y contarme cómo un lejano día, cuando él más lo necesitaba, se acercó a una obra a pedir trabajo como peón y mi padre, a pesar de no precisar de sus servicios, se lo dio…

El Jabato no fue solamente un tebeo. El Jabato nos ayudó a muchos a conducir adecuadamente nuestras inmaduras vidas. Me ayudó a escoger entre el bien y el mal; entre ser un héroe y un villano; entre emprender un camino constructivo, aunque largo y lleno de penurias, o uno corto y fácil, pero bien lejos de la moral y el respeto por los semejantes.

Si queda algo de noble y bueno en mi carácter, si he sido capaz de sobreponerme a las dificultades de la vida, si he sido diestro para luchar contra la más terrible adversidad -cuando más solo y acorralado me encontraba- y si en lugar de huir presuroso para perderme en la distancia, di la cara y enfrenté el peligro, ha sido en buena parte porque El Jabato –con sus amigos, su espada y su cota de mallas- me imbuyó de ese espíritu luchador e infatigable; me ayudó a discernir entre lo justo y lo indigno; a no dar nada por perdido, y a darme cuenta de que los dioses, por más que aprieten, nunca te ahogarán porque ¿quiénes, si no ellos, forjaron a los héroes?

Me ayudó, en resumidas cuentas, a ser mejor persona.

Por eso puedo proclamar a los cuatro vientos, muy orgulloso, que para mí ha sido un GRAN HONOR haber podido resucitar a El Jabato –con todo lo que ello representa- escribiendo un nuevo guión. Agradezco el respaldo de éstos y aquéllos que, únicamente con su aliento, me ayudaron y ayudasteis a navegar por este mar.

Sólo puedo transmitirte una cosa más: ¡Gracias, Francisco Darnís! ¡Gracias, Víctor Mora! Gracias por haber ayudado a salvar vidas…




Y repito aquí mis palabras, las mismas que dejé a todos los amigos de la "Hermandad":

Aprovecho que he podido colarme para enviar un abrazo emocionado y agtradecido a José Revilla y Luís Antonio Ródenas por este fantástico libro de título tan sugerente “La Hermandad de la espada” no me digan que no es un título excitante, lleva automáticamente a recordar la niñez cuando los héroes solucionaban sus “cuitas” con este instrumento cortante. Gallardía, porte, aventuras, justas y justos, malos predestinados a morder el polvo ante aceros cargados de bondad y generosidad. jajajaaa

Yo lo siento mucho pero ante una buena espada o incluso alfanje o daga pueden retirarse armas ruidosas o de rayos laser. O soy definitivamente vieja o romántica. Vayan ustedes a saber.


Y así es, Luís Antonio, Josete, si me permites, vosotros sois, sin dudarlo, los jóvenes vástagos de El Jabato.






26 octubre 2008

El Coleccionista



Dejo aquí mi público agradecimiento a José Gregorio Jimenez por su amabilidad, interés y el trabajo que se ha tomado en memoria de Francisco Darnís dibujante de El Jabato, publicado en su web El Coleccionista.










19 septiembre 2008

Escalada

Quienes me conozcan un poco y hayan leído por ahí sabrán que de todos los deportes que se pueden hacer en la montaña, y que he hecho, el que más me ha apasionado es la escalada, el contacto con la roca, el espíritu de superación, la concentración que se precisa, técnica. esfuerzo y el gozo de alcanzar la cima es incomparable con cualquier otro método y descender a velocidades casi vertiginosas haciendo rappel es de lo más emocionante.

La escalada, a diferencia de otros deportes montañeros, tiene la "pega" de que, si la abandonas, volver a ella al cabo de los años es un reto importante. El sentido del equilibrio, la pérdida de la técnica, el particular y especial esfuerzo del cuerpo y resistencia, etc...

No hace mucho tiempo mi marido ha vuelto a ella acompañando a un amigo de su misma edad, el yerno de este amigo es un apasionado de la escalada "verdadera", la de ir a la montaña cargado con todo el material en la espalda, aproximarse a la via, preparar la ascensión y montar una cordada como dios manda. El primero de la cuerda abriendo la vía y asegurando a los compañeros en las reuniones. Estoy hablando de vías no ferratas. Estoy hablando de las vías tradicionales. Las de toda la vida.

En Catalunya la escuela de escalada más espectacular se practica en el macizo de Montserrat.

Y allí que fueron mi marido, su amigo y el yerno, el que abría la cordada, el primero de la cuerda.

Y ayer vi las fotos de la ascensión, El Bisbe en Montserrat. Es una suerte que existan estas cámaras tan pequeñas y llevaderas y lamento no tener ninguna de mis pinitos escalando en mis tiempos jovenes. Y me cogió dentera, esta ascensión la hice yo en mis viejos tiempos de escaladora, poco tiempo dediqué a esta especialidad por distintas causas que hicieron abandonáramos la escalada, entre otras cosas la maternidad.

Y me está matando esta dentera... la tentación de volver a probarlo me está dando vueltas a la cabezota... ¿seré capaz otra vez de escalar?

Me gustaría volver a intentarlo, me gustaría volver a sentir la sensación de buscar con los dedos de las manos, a ciegas a veces, aquella pequeña arista, piedra, saliente adecuado que hará que pueda superar el paso... reptar casi enganchada por la roca, olerla, sentir su frescor o calor... y vislumbrar la cima y llegar a ella y disfrutar del paisaje, el silencio, la alegría de haber conseguido con este esfuerzo estar un poquito más cerca del cielo.

El Bisbe.

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una vez arriba, al pie de las vías:

la panxa del Bisbe. Vía del Cabra. (la verde)

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preparando el material para ascender:

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buscando las pequeñas aristas para superar el paso

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la roca ofrece múltiples asideros

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palpando hasta que se encuentra

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una vez superada "la panxa" esperan a que el primero de la cuerda afiance la reunión que los asegurará.

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ascienden poco a poco

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ya se vislumbra la cima. Si se fijan allí en el fondo hay otro escalador preparado para hacer otra ascensión en otra de las características agujas del macizo de Montserrat.

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ya estan arriba

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asegurando las cuerdas para iniciar el descenso en rappel

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iniciando el descenso, el compañero arriba vigila al rappel montado.

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el último de la cordada se prepara para abandonar la cima e iniciar el descenso

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ya casi está abajo

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una vez recuperadas las cuerdas, recogido el material y colocado en la mochila emprenden el camino de regreso hasta llegar al pie del bloque de granito llamado El Bisbe

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el camino entre paredes y angostos... después de la ascensión es la parte más pesada de la jornada.

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las agujas de Montserrat siguen esperando a los escaladores auténticos los que disfrutan del deporte y de la naturaleza.

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nunca lograré entender la escalada moderna... donde se amontona la gente esperando su turno para subir, sólo se valora la competición, la dificultad y/ o graduación de unas vías prefabricadas a pie de coche, sin esfuerzo de aproximación, vías de una sola tirada o convenientemente preparadas para evitarse el esfuerzo que conlleva montar las reuniones, afianzar el rappel y recuperar las cuerdas y materiales necesarios clavados, si es preciso, en las vías y, por supuesto, prescindir de la sensación de haber logrado hacer cima casi en solitario y disfrutar de un paisaje al que pocos pueden acceder.

Debe ser la modernez... y a mi esta modernez me decepciona.

Creo que lo volverá a intentar.








15 septiembre 2008

50 anys de El Jabato

El meu agraïment a tots qui commemoren aquest aniversari, gracies a ells el record del personatge i del pare, el seu dibuixant, resten vius.








El devenir cotidiano transcurre plácidamente hasta que un día alguien se pone en contacto contigo, recibes un mail de un desconocido pidiendo una entrevista, y a partir de este momento hace acto de presencia, en ese transcurrir diario, una sensación de emoción, sorpresa y, por qué negarlo, halago.

Este año se celebra el cincuentenario del nacimiento de “El Jabato”, un personaje que vivió conmigo como alguien más de la familia. Y de pronto se te agolpan los recuerdos y vuelves a revivir aquellos días y se te pone un nudo en el estómago cuando alguien, que piensas ajeno a ti y, que desconocías de su existencia, te busca, te encuentra, te pregunta y te quedas sin palabras. Te emocionas pensando que muchísima gente, probablemente, también vivió su infancia acompañado de ese mismo personaje, alguien de mi familia, y desea celebrar este evento y te invita de forma y manera que te hace sentir protagonista. Pues no, señores, no es así. Los verdaderos protagonistas de esta fiesta son ustedes, y mi padre Francisco Darnís, creador del dibujo y, por supuesto, los personajes “Jabato”, “Taurus”, “Claudia” y “Fideo de Mileto”.

Permitan me dirija a ustedes en singular, debería hacerlo en plural, pero ciertos sentimientos y vivencias me son difíciles de expresar si no me salen directamente del corazón y éste habla por sí solo y propio y es así como deseo hacerles partícipes de recuerdos y reconocimiento, acepten estas palabras también en nombre de mi madre Rosario Peiró y de mi hermana, Natalia. Confío que tanto ustedes como ellas disculparán mi atrevimiento al personalizar este escrito.

Empezar por agradecer muy sinceramente la oportunidad que nos brinda para celebrar y compartir con ustedes el cincuentenario de “El Jabato”.

Preguntan si tengo información suficiente sobre “El Jabato”, conocimiento de su dimensión artística relativo al personaje y la parte más humana del dibujante: Francisco Darnís, mi padre.


Solo puedo responder así:


Hemos vivido El Jabato como simples hijas del dibujante. Para nosotras, mi madre y mi hermana era el trabajo de nuestro padre y marido. Nada más.


Hace ya muchos años escribí una biografía de mi padre a petición de Francisco Tadeo Juan, editor de la revista Comicguía, no sé si la conocerán y disculpen que lo nombre, pero no quiero desaprovechar la ocasión de agradecerle una vez más su ayuda e interés en el trabajo de mi padre, en nosotras, nuestra situación y en el personaje “El Jabato”, sirva ello también como pequeño homenaje. A partir de esta biografía han salido todas las que han ido publicándose a posteriori, en ella sólo queda reflejado el dibujante como persona, su trabajo, su entorno, su progreso como dibujante hasta llegar a Editorial Bruguera y a crear “El Jabato”. Puedo hablar desde la perspectiva de haber vivido y visto como nacían y aparecían los dibujos sobre el blanco papel. Puedo hablarles de haber leído los escuetos guiones que facilitaba la Editorial y cómo, a partir de ellos, veía como la fantasía y la técnica de mi padre aparecían negro sobre blanco. Leía, como es evidente, todos los tebeos incluso antes de que nacieran como dibujo pero, recuerden que yo, nosotras, éramos unas crías, ya entonces era consciente de que mi padre era un dibujante y me recreaba viéndolo dibujar y disfrutaba cuando le acompañaba a la Editorial a entregar su trabajo semanal. Era su oficio y su labor. Cuando nació El Jabato tenía yo siete años y viví con él hasta los 13, murió el personaje y murió el dibujante.


Mi padre era una persona alegre y muy amante de la música, no en vano había ejercido en su adolescencia de afinador de pianos supongo que era lo más cercano que podía permitirse en este otro mundo artístico. Mi padre trabajaba en casa, nunca había trabajado en la misma editorial como hacían tantos otros dibujantes, en casa tenía su amada y extensa biblioteca, compuesta de enciclopedias y distintas y diversas colecciones de temas curiosos, libros que olían a antiguo, libros hallados en los encantes y tiendas de segunda mano, libros viejos de verdad, libros con las muescas, las marcas, los apuntes de otras manos y otros propietarios. Libros imprescindibles para documentarse rigurosamente siempre que un personaje, una época, una sociedad, un vestuario, un paisaje, fauna, flora, usos, costumbres, ritos, leyendas aparecían en el guión que le facilitaban semana a semana en la editorial; un sencillo guión con una nueva aventura, descripción somera y los comentarios que los personajes pronunciaban y que quedarían reflejados en los bocadillos de las viñetas. A partir de estas letras escritas, aún recuerdo como, con una antigua máquina de escribir, surgían las espectaculares viñetas; era lo que más me fascinaba, de aquel guión sin emoción, carácter o registro mi padre era capaz de darles vida y movimiento, imprimía en todo y cada uno de los trazos de lápiz espacios, paisajes, situaciones, sensaciones, aventuras, emociones, luz, tinieblas, alegrías y tristezas, incluso imprimía tensión, relajo, comprensión, rechazo, camaradería, solidaridad y, por supuesto, los consiguientes antónimos que para algo existían los malos y enemigos a quienes hacer morder el polvo.


Todo esto captaban mis ojos de niña cuando le veía dibujar. Por mis recuerdos y palabras podrán deducir e intuir que Francisco Darnís era un artista, un dibujante, adjudicándole a las palabras todo su universo y significado. En su trabajo era muy meticuloso, detallista, riguroso, fiel y bueno. Es la dimensión humana y también, reivindico, artística de Francisco Darnís como creador que puedo ofrecerles. La bella palabra crear, creación, la asocio a mi padre. “El Jabato” fue un instrumento en sus manos.

Evidentemente, y ciñéndonos a otros estadios artísticos, pueden aportar muchísimo más quienes son estudiosos del mundo del cómic. Ustedes son los verdaderos entendidos. Ustedes son quienes saben y pueden valorar el trabajo y calidad de un dibujante. Ustedes que recuerdan, conservan o coleccionan estos ejemplares, antes llamados tebeos, y que pocas veces merecieron el reconocimiento a su calidad, interés y su función lúdica e incluso, me atrevería a decir, pedagógica en aquellos tiempos.

Curiosa palabra la de “comic”, engloba ella todo un mundo de artistas, magos del dibujo e historias fantásticas. El “comic” posee su propio mundo y sus creadores obtienen y merecen respeto y reconocimiento. Es una verdadera lástima que tantos y tantos dibujantes de la misma época que mi padre no pudieran disfrutar de esta consideración. Se lo merecían.

Reconocimiento y respeto que ustedes les otorgan generosamente. Y es por ello, por su amabilidad, su interés, su esfuerzo, su tenacidad, que deseo, deseamos, agradecerles en nombre de nuestro padre la oportunidad que nos han brindado de poder compartir juntos este cincuentenario.

Gracias a ustedes que logran rescatar del olvido a estos personajes que hace tanto tiempo nos abandonaron y que por obra y gracia suya vuelven a revivir.


Un cordial saludo.


Rosario Peiró

Natalia Darnís

Sílvia Darnís.







Quede patente mi agradecimiento a los autores y artífices de la Revista Trueno y muy especialmente a José Antonio Ortega Anguiano como miembro del comité, él fue quien me animó a escribir el artículo para la revista y que he hecho público y extensivo a todos los admiradores de Darnís y El Jabato.

Mil veces gracias.















20 marzo 2008

Déficit exterior


Dicen que dicen las malas lenguas que cada día nuestro déficit es mayor... compramos fuera lo que no sabemos producir dentro.

La Iglesia está contribuyendo a este déficit adquiriendo productos de primera necesidad en el exterior cuando en nuestro país somos capaces de producirlos o fabricarlos y ponerlos a disposición del ciudadano que lo necesite o lo desee. La Iglesia está contribuyendo a este déficit por un "quítame allá estas pajas", si señores si, por más de una paja.

Pajas agrarias, pajas pajas y pajas mentales.

Hablando de intransigentes... bueno, si no hablábamos ahora lo haré.


El párroco de la iglesia de Santiago y el vicario de la Diócesis de Huesca no permiten que un niño que quiere hacer la Primera Comunión, comulgue con una hostia sin gluten. El niño es celíaco y los padres propusieron que comulgara con una hostia de maíz, en lugar de una elaborada con trigo, ya que si no podría tener consecuencias para su salud, como alternativa propusieron a los papás que el niño podría hacer la comunión con vino pero los padres dijeron que nones que su niño no toma alcohol a tan temprana edad, y alegan que está prohibido el consumo a menores, propusieron, en contrapartida, consagraran mosto que, como todos sabemos, no entrompa, pero el vicario les dijo que tampoco, que o era pan o era vino, nada de productos light.

Al parecer, y según el delegado de Liturgia del Arzobispado de Barcelona, Josep Urdeix, la hostia que se utiliza para comulgar debe llevar un "mínimo de gluten" para que se considere pan, y que, por tanto, cumpla con los requisitos para considerarse la "materia de la eucaristía" e incluso, declaró y explicó que tiendas litúrgicas venden estas obleas para celíacos.


Pero parece ser que en Aragón no bajan del burro, todos sabemos que su característica más apreciada es la tozudez, el párroco de la Iglesia de Santiago y el Obispo deben desconocer de la existencia de estas tiendas en Aragón Este así que sin encomendarse ni a Dios ni a su padre argumentaron a los papás desconsolados que existe un documento emitido en junio de 1995 por el actual Papa Benedicto XVI, entonces Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde detallan que las hostias sin gluten son “inválidas para el sacramento”, si bien se consideran “materia válida si en ellas permanece la cantidad de gluten suficiente para obtener la panificación”. Y de ahí no salen.

Como el evento se acercaba, la cosa se embolicaba, los padres se cabraban, el niño lloraba y el boicot a los productos catalanes continua en vigor :QP: el Obispo de Huesca-Jaca, señor Jesús Sanz, ha decidido tirar por el camino cristiano más rápido y deficitario para la balanza exterior española:

Ha importado las obleas!

La importación desde Alemania de obleas con una cantidad mínima de gluten permitirá a un niño celiaco de Huesca recibir sin riesgo la primera comunión.

hablaba de intransigentes. Con lo fácil que sería bendecir un cacho pan sin gluten del que venden en la panadería y ofrecerlo a los niños bien empapadito con vino sacralizado y un poco de azúcar si se terciara... una merienda de rechupete que, de seguro, tanto los papás como los curas disfrutaron en su infancia. Se están perdiendo las tradiciones a pasos agigantados.


Pajas pajas.

Ayer, hablando con unos amigos, salió en la conversación, el Opus... hablábamos de la hipocresía, bulas varias y demás zarandajas. Nos contaron del caso de un matrimonio que no podía tener hijos si no era por inseminación artificial, ambos del Opus. Preguntando a la ginecóloga, amiga de la familia, cual era el procedimiento para inseminar a la mujer con el esperma del marido, offcors, les explicaron que el caballero debía hacerse una paja, o sea masturbarse, ¡¡¡pecado!!! recoger el líquido elemento en un condón ¡¡¡pecado!!! y a partir de ahí la cosa estaba encaminada.

Consultaron con el pastor espiritual opusero como hacerlo sin caer en una cadena de pecados.

Enseguida les ofrecieron solución, aún y admitiendo que la inseminación artificial no era la forma "natural" de procrear entendieron que un niño nacido de una familia cristiana era una futura oveja que no debían desperdiciar.

Para la masturbación, pecado/sacrificio en pro de la familia en este caso, el perdón y autorización celestial sin contrapartida de penitencia alguna, en cuanto al condón cursaron pedido a la sede central del Opus en Nueva York: [b]Una caja de cordones bendecidos[/b]. Más déficit en la balanza exterior.

El roró ya camina y es una bendición de dios.


Digo yo que sería una fórmula interesante para la autofinanciación de la Iglesia. Propondría al señor Rouco Varela que en todas y cada una de las "manifestaciones litúrgicas callejeras" a las que, últimamente, convoca a sus fieles día si y día también instalaran unas paraditas en donde vendieran los condones bendecidos, bendición solemne que podría cerrar todos los actos solemnes. Asimismo las parroquias no las pasarían canutas si además de pasar el cepillo procedieran de igual forma. Los fieles saldrían de misa reconfortados con diversas bendiciones, la propia y la de las cajas de condones. Previo pago.

En fin...

la historia de las pajas mentales es un compendio de las dos pajas explicadas anteriormente.

Con Dios hermanos.